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El interés japonés en el flamenco
No es ningún secreto que Japón es un gran interesado por el flamenco
No es ningún secreto que Japón es un gran interesado por el flamenco, tanto que incluso se ha llegado a decir que Japón es la segunda patria de este arte. A pesar de los miles de kilómetros de distancia entre ambos países, no son un impedimento para que el flamenco despierte tanta pasión y sentimiento en la sociedad japonesa. Desde el Teatro Flamenco Sevilla nos adentramos en esta curiosa realidad.
El origen del flamenco en Japón
Los principales indicios de flamenco en Japón surgen a finales de los años 20, cuando por primera vez una artista flamenca pisa Japón con el fin de mostrar esta expresión cultural artística. Además, en 1929 se estrena en Japón la película “El Amor Brujo y Andalucía”, y con motivo de su promoción, la artista Antonia Mercé, conocida también por “La Argentina”, realiza una gira por el país presentando el flamenco ante una sociedad que lo desconocía completamente.
Aunque el primer contacto entre ambas culturas se produjera en 1929, no sería hasta después de la Segunda Guerra Mundial cuando el flamenco realmente se expandiera por Japón. Uno de los principales motivos por los que se pudo dar a conocer esta expansión cultural, fue la gran expansión económica de Japón en los años 50, ya que generalmente una expansión económica siempre va acompañada por un crecimiento cultural. Entre los años 50 o 60, Japón contaba con suficiente poder económico como para poder traer a artistas españoles de gran renombre como Antonio Glades, Merche Esmeralda e incluso Paco de Lucía para hacer giras de flamenco en su país.
Por otro lado, a principios de los años 60, en Japón, creció el interés por la música latina, en concreto por la guitarra acústica, lo cual llevó a diversos músicos a especializarse en este tipo de guitarras, algunos de ellos convirtiéndose en verdaderos guitarristas profesionales del flamenco.
Por último, debemos de mencionar el gran papel que tuvo la película de “Los Tarantos”, en 1963. Película que adapta la famosa obra de Romeo y Julieta a la cultura gitana y la cual tuvo un gran éxito en la sociedad Japonesa.
¿Por qué el flamenco es tan interesante para los japoneses?
Una vez conocidos los hechos históricos que dieron pie a que el flamenco ganara miles de seguidores a 15.000 kilómetros de su país de origen, vamos a conocer las causas que lo hacen tan interesante en la sociedad japonesa.
De manera histórica, la sociedad japonesa ha tenido arraigado un estilo de vida propio, mientras que los hombres sufren una cierta presión por mantener o conseguir un éxito social y personal, las mujeres debían acatar las normas sociales que se le dictaban por parte de su familia y marido. Al no esperar nada de ellas más que la actividad doméstica, disponían de una libertad mayor para el autoconocimiento, explorar sus sentimientos y gustos propios.
Los japoneses han encontrado en este arte una manera de liberarse y poder expresar sus sentimientos, no sólo para quienes lo practican, sino también muchos consumen de manera recurrente grandes actuaciones de flamenco.
El flamenco ha llegado a tener tanto peso en esta sociedad que actualmente existen dos Federaciones dedicadas en exclusividad al flamenco. Una de ellas es abierta para el público general y la otra únicamente es accesible para los universitarios. Además, existen 10 universidad japonesas que participan en este proyecto, y son los propios alumnos los que financian y gestionan la organización que cada verano se cita en la ciudad de Tateyama para practicar y disfrutar de manera intensa del flamenco.
Las similitudes entre la música japonesa y el flamenco
Además de la vía de escape que supone este arte para los japoneses, el flamenco tiene mucho terreno ganado en su cultura gracias a su propia naturaleza. El flamenco y la música tradicional japonesa comparten compás, este es uno de los grandes motivos por los que la sociedad japonesa se siente tan cómoda al oír los primeros acordes de este arte. Por otro lado, en ambos estilos musicales se comparte la voz ronca en tono menor.
Otro factor común es el baile, ya que como sabemos el flamenco se compone de tres partes esenciales: baile, cante y toque. El baile es un arte de gran expresividad, donde participan movimientos corporales, expresiones faciales y vistosos movimientos de manos. Estos tres elementos únicos del flamenco suponen un reto para los japoneses, por lo que resulta una gran manera de autodesarrollo para ellos, algo esencial en su cultura.
El día a día del flamenco en Japón
Como en todas las culturas, en un primer momento los japoneses comenzaron copiando e imitando los movimientos y sonidos característicos del flamenco. Pero poco a poco, empezaron a surgir artistas nacionales, con gran reconocimiento mundial a nivel del flamenco.
Como ejemplo de estos artistas podemos destacar a: Yoko Komatsubara, Yoko Tamura o Shoji Kojima, que no sólo se han empapado de nuestra cultura, sino que han enlazado nuestro arte con su tradición, creando su propia interpretación del flamenco. Obras destacadas de estos artistas son “Yo Elegí el Flamenco” o “Shi-i no Homura”, en esta última empleando música tradicional japonesa.
Tras este análisis, entender y comprender el por qué, el interés de los japoneses por el flamenco es mucho más sencillo. Aunque sigan siendo un pequeño porcentaje de la sociedad japonesa, los amantes del flamenco en Japón respetan y preservan este arte, con la misma pasión y respeto que lo hacemos en Teatro Flamenco Sevilla. ¡Consigue tus entradas en este enlace! ¡Te esperamos!