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Imagen principal del artículo El universo de los complementos de baile flamenco
· 20 de julio de 2023

El universo de los complementos de baile flamenco

Hoy descubrimos aquellos elementos que engrandecen, embellecen y dificultan el baile flamenco, ¿te animas a conocerlos?

En multitud de ocasiones, hemos visto a los bailaoras y bailaores del Teatro Flamenco Sevilla interpretar los palos flamencos con distintos complementos que llaman nuestra atención. 

Estos, aportan estética al movimiento y, por otro lado, dificultan el baile flamenco, haciendo más compleja la ejecución de sus pasos y, por tanto requiriendo al intérprete mayor conocimiento de la herramienta con la que trabaja. Hoy descubrimos los diversos elementos y las necesidades técnicas e interpretativas que estos conllevan, así como los palos flamencos en los que son más comunes su utilización.

 

Sombrero

 

El uso del sombrero es bastante recurrente en ciertos bailes flamencos como el garrotín o la caña.

Generalmente, se utiliza un sombrero cordobés, de ala ancha, que tiene su origen en el siglo  XVII. Cantaores como Pepe Marchena o Manolo Caracol, lo usaron como complemento infaltable de su vestimenta. Sin embargo, con lo que respecta a su incorporación al baile flamenco está poco documentado.

El uso de un sombrero para bailar requiere gracia, picardía e, indudablemente, mucha coordinación. Es muy importante poseer el control total del sombrero para evitar taparnos la cara con él o mostrar la cara interna de este, a no ser que sea de manera intencionada.

Generalmente se coloca con cierta inclinación sobre un lado de la cara y en cuanto a diseño, pueden existir infinidad de materiales y colores, ajustándose siempre al vestuario y al gusto de la bailaora o bailaor flamenco.

En el Teatro Flamenco Sevilla, la bailaora sevillana “La Choni”, recurre mucho a este elemento en su baile por garrotín.

Fotografía: Paco Pérez (@fperezgar)

También, podemos encontrar la utilización de otro tipo de sombreros como es el caso del calañés, un sombrero que tiene su origen en la época de bandoleros y que es muy frecuente en bailes de escuela bolera o farrucas y abandolaos flamencos. 

Estela Alonso con sombrero calañés (fotografía de @carlossan91).

 

Bata de cola

 

La bata de cola es uno de los elementos que con más frecuencia podemos apreciar en nuestro teatro. Aquí puedes leernuestro artículo sobre “La importancia de una buena bata de cola”.

¿Te contamos un secreto? Las bailaoras a la hora de utilizar una bata de cola, suelen utilizar zapatos de correa y no de cordones pues estos se suelen desabrochar con facilidad.

Generalmente, la bata de cola requiere de mucha fuerza en piernas pero, sobre todo en torso para que los movimientos realizados con el tronco inferior no se aprecien en el superior.

Es imprescindible el uso de un buen atitude, posición de ballet que se basa en flexionar la rodilla en 90 grados, en la que el pie ejerza de soporte para la bata de cola y ayude a transportarla hacia el lugar deseado. 

Por otro lado, requiere gran capacidad interpretativa y técnica, llegando la bailaora a emplear quiebros y giros imposibles de manera que, cada vez, buscan más la complejidad de movimientos a diferencia de épocas anteriores en las que la bata era un elemento de paseo.

Existen diferentes escuelas para tratar la bata de cola. Una de las más importantes y características de nuestra tierra es la escuela sevillana, impulsada por Matilde Coral y, que contempla unas directrices de cómo usar este elemento. Puedes consultar en nuestro artículo “Matilde Coral y la escuela sevillana” más información sobre la bailaora y maestra trianera.

Las alegrías suelen utilizarse para bailar alegrías de Cádiz (combinándola con mantón en la mayoría de ocasiones) o seguiriyas entre otros muchísimos palos flamencos. Asimismo, las posibilidades en cuanto a diseño a la hora de confeccionar una bata de cola son infinitas.

Históricamente, ha sido un elemento empleado principalmente por la mujer. Sin embargo, actualmente los bailaores también se han unido a la tendencia de la bata de cola, hecho muy importante y relevante.

Fotografía de @smorenoventadefotografias


El mantón en los espectáculos de flamenco

 

Este complemento, cargado de vistosidad y, en multitud de ocasiones, utilizado para hacer alegorías a las alas de las aves, tiene su origen en Asia, concretamente en Manila, de ahí su nombre: Mantón de Manila.

Como se ha mencionado anteriormente, suele acompañar a la bata de cola, creando una simbiosis perfecta y llena de dinamismo y belleza en los movimientos. Además, también se utiliza de manera individual, tanto por hombres como mujeres. 

Para la sorpresa de muchos, el mantón, confeccionado usualmente en seda natural, puede llegar a pesar hasta 2 kilos, requiriendo una complejidad técnica colosal, pues el bailaor o bailaora debe tener fuerza pero, a su vez, disimular su esfuerzo, haciendo creer al espectador que este no pesa.

Los mantones para bailar flamenco requieren, en adición, de un el vuelo clave para darle fuerza al movimiento y acompañar el baile, por lo que hay que asegurarse de elegir una pieza que tenga el peso suficiente para que no se doble o arrugue mientras se mueve.

Se componen además de un enrejado de, normalmente 21 cm  y 30 cm de fleco.

Fotografía de @vanesabubblephotos

 

Castañuelas

 

Las castañuelas son uno de los elementos del flamenco más complejos utilizados en el baile flamenco. 

En Occidente, se atribuye su invención a los fenicios, hace más de 3.000 años. Se dice que ellos fueron quienes elaboraron las primeras castañuelas o palillos hechas de madera y que, gracias al comercio, se expandieron a lo largo del Mediterráneo, acentuándose en países como Croacia o Italia.

En nuestro espectáculo “PASIÓN” podemos presenciar a nuestras bailaoras flamencas tocando las castañuelas junto al solo de guitarra.

Abanico

 

Para finalizar con esta tanda de complementos muy flamencos, hablamos del abanico.

Al igual que el mantón de manila, el origen del abanico es asiático. Se dice que surgió en China a mediados del siglo VII y llegó a Europa en el siglo XV a través de comerciantes portugueses. Por otro lado, hay estudios que afirman que fueron los Jesuitas los primeros que introdujeron este complemento en Europa.

En España, fue en el sur el lugar donde rápidamente este complemento se popularizó, debido a su condición climatológica. No es muy difícil predecir que tras este auge, fuese el protagonista en los bailes flamencos, en los que aporta gracia, aire picaresco y elegancia a los movimientos de las bailaoras.

Este complemento tan misterioso guarda muchos secretos, por ejemplo: ¡el hecho de tener su propio lenguaje!

Aquí te mostramos algunas de las señas que se hacían para poder comunicarse antiguamente sin tener por qué articular ninguna palabra:

  • Abanicarse rápidamente: te amo con intensidad.
  • Arrojar el abanico: quiere decir: “te odio” o “adiós, se acabó”.
  • Cerrar despacio el abanico: este gesto significa “Sí”. También se puede expresar el “sí” apoyando el abanico sobre la mejilla derecha.
  • Cerrar rápido el abanico: cerrar el abanico de forma rápida y un poco airada quiere decir “No”, al igual que si lo apoyamos sobre la mejilla izquierda.
  • Pasar los dedos por las varillas: quiere decir que quiere hablar con nosotros.
  • Dar un golpe: un golpe o unos golpecitos con el abanico sobre un objeto, significa impaciencia.
  • A medio abrir: apoyar el abanico a medio abrir sobre los labios quiere decir “puedes besarme”.
  • Apoyar los labios: si apoya los labios sobre el abanico o sus padrones, significa desconfianza, “no me fío”.
  • Bajarlo a la altura del pecho: significa: “podemos ser amigos”. También dejarlo colgado, quiere decir “seremos amigos”.
  • Contar o abrir cierto número de varillas: indica la hora para quedar en una cita, en función del número de varillas abiertas o “tocadas”.

En el baile, suele acompañar a bailes alegres o festeros como la guajira, palo que podemos presenciar en el Teatro Flamenco Sevilla a nuestro cuerpo de baile con bata de cola o caracoles, entre otros. 


Fotografía de @vanesabubblephotos

 

Puedes ver todos estos elementos de lunes a domingo en nuestro espectáculo “PASIÓN” en C/ Cuna, 15. ¡Te esperamos en el corazón de Sevilla, reserva tus entradas!

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