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Fernarda y Bernarda de Utrera
Junto a Triana, Jerez o la Isla, el pueblo sevillano de Utrera lleva el flamenco en sus genes y es parte activa en la vida de muchos de sus habitantes.
Los utreranos/as llevan el flamenco en sus venas, es una tierra que admira y que ha visto nacer a grandes figuras del flamenco como Fernarda y Bernarda de Utrera.
Cuentan de Antonio Mairena que sentía tan profundamente el talento de éstas utreranas que dedicó mucho de su tiempo a facilitarles una carrera dentro del mundo del flamenco. Antonio sentía que su arte debía traspasar ciudades y que tenían que ser escuchadas por todo el que viviera el flamenco con pasión. Antonio Mairena incluso convenció al padre de Fernarda y Bernarda para que pudieran ganarse la vida cantando flamenco, y así fue, hoy día todos conocen a “Las niñas de Utrera”.
Fernarda y Bernarda Jiménez Peña eran hermanas, y ambas nacidad en Utrera. Fernarda nació en 1923 y Bernarda en 1927. Eran hijas de José “el de la Aurora” y de la “chacha Inés”, además eran también nietas del cantaor flamenco Fernando Peña Soto, el “Pinini”.
Las hermanas de Utrera compartieron una carrera dentro del mundo del flamenco durante más de 50 años. Entre los discos más valorados de su discografía encontramos “Su Cante” (1972), “Cante Flamenco” (1988) o “Raza y Compás” (1990).
Antonio Mairena las acompañó a Madrid dónde comenzaron a actuar en diferentes tablaos flamencos como Zambra, el Corral de la Morería o Las Brujas. En el año 1986 triunfaron actuando en Nueva York y posteriormente, en 1995 formaron parte de la producción cinematográfica “Flamenco”, de Carlos Saura.
Fernarda Jiménez Peña
Los verdaderos entendidos y apasionados del flamenco han etiquetado a Fernarda, gracias a la personalidad en su cantar, como la mejor cantaora de soleares del siglo XX. Los motivos de esta distinción pueden ser su voz desgarrada y la modulación de la misma en sus cantes.
Fernarda también trabajaba otros palos del flamenco, como la bulería, la cantiña o el fandango. Con los fandangos también adquirió mucha fama, ya que su público solía pedirle un fandango con el que se dejaba la piel, aunque llegó a reconocer que desde la muerte de una de sus hermanas no era capaz de cantarla.
Los reconocimientos más importantes a Fernarda de Utrera son:
Premio de soleares y bulerías en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba (1957), Premio Nacional de Cante de la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera (1967), Hija predilecta de Utrera (1994), Medalla de Plata de Andalucía (1994), Medallas de Oro al Mérito en Las Bellas Artes (2005).
Fernanda falleció el 24 de agosto de 2006 en su domicilio de Utrera a causa de un paro cardíaco.
Bernarda Jiménez Peña
Si hay algo que destaca del estilo flamenco de Bernarda es el cante festero, especialmente las cantiñas y las bulerías de Utrera. Era la reina de las bulerías, de hecho, ella misma decía, “yo soy capaz de meter por bulerías la guía de teléfonos”.
Bernarda marcó un antes y un después en la campiña sevillana, porque gracias a ella se conocieron cantes como tarantas y malagueñas. Pero de esto fue consciente su público en su etapa final, cuando su hermana estaba tan enferma que no pudo seguir cantando y Bernarda se subía sola en los escenarios.
Bernarda reconocía siempre, con una envidiable humildad, la grandeza de Fernarda. Era una orgullosísima hermana a la sombra que no dejaba de decir una y otra vez en público cuando la elogiaban “Ella ha sido la más grande».
Los reconocimientos más importantes a Bernarda de Utrera son:
Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba (1957), Premio Nacional de Cante de la Cátedra de Flamencología de Jerez de la Frontera (1967), Premio Mejor Música del año, Radio París (1988), Hija predilecta de Utrera (1994), Medalla de Plata de Andalucía (1994), XII Bienal de Arte Flamenco de Sevilla (2002), Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2005).
Falleció el 28 de octubre de 2009 en Utrera.
El Ayuntamiento de Utrera inauguró el monumento a Fernanda y Bernarda en la plaza Ximénez de Sandoval, junto a la calle que lleva el nombre de ambas en el año 2005.
Ambas hermanas fueron nombradas hijas predilectas de la provincia de Sevilla en el año 2006.
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