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Tico ta tán tán, ¿cómo es un zapato de baile flamenco?
Volantes, lunares, flores, batas de cola, son algunos de los elementos más llamativos del baile flamenco pero, ¿y el zapato? Descubre con nosotros esta herramienta que aguarda un universo de multitud de posibilidades
Si por algo se caracteriza el arte del flamenco, y por ende, el flamenco que vivimos en Teatro Flamenco Sevilla, es por su visceralidad, su pasión y su fuerza.
Gran culpa de ello la tiene el zapateado: una técnica compleja que juega con los diferentes compases y ritmos del flamenco y que, ejecutado de la manera correcta y en su justa medida, es capaz de levantar hasta al más crítico de su butaca.
Este zapateado sería imposible de realizar sin un calzado adecuado, para que al zapatear sobre las tablas, salga un sonido nítido y agradable. Decía Antonio Gades: «Una cosa es zapatear y la otra pisotear la tierra. La tierra no se pisotea, se le sacan sonidos, sí, pero acariciándola».
El baile flamenco y, en general, la danza utilizan de manera bastante intensa una de las herramientas más importantes que tiene el cuerpo humano: los pies. Muchos dan por hecho que, para prevenir cualquier lesión y conservar nuestros pies en buen estado ante esta actividad, se debe calzar un buen zapato pero, ¿realmente sabemos cómo es un zapato de baile flamenco?
El zapato de baile flamenco y su historia
El zapato de baile flamenco original no es, ni por asomo, igual que el zapato de baile profesional que usan las bailaoras y bailaores flamencos más consagrados y que conocemos hoy día. El origen de este peculiar zapato se encuentra en el zapato tradicional, el cual no estaba preparado para bailar de manera profesional.
La profesionalización y fabricación del primer calzado de baile flamenco se da en España. Este hecho se tradujo en la reducción de lesiones (sobre todo de rodillas) y como es de esperar, permitió la realización de pasos, giros y movimientos más complejos que aportaron otro prisma al baile flamenco y a la danza en general.
Anatomía del zapato flamenco
Al fabricar un calzado profesional de baile flamenco, se debe tener en cuenta el gran impacto que tiene la técnica de pies que compone un zapateado sobre las articulaciones y huesos de un bailaor o bailaora.
La elección de un zapato inadecuado para nuestro pie, que no reúna las condiciones necesarias para soportar los requisitos del baile flamenco, unidos al abuso de ensayos, puede desembocar en lesiones crónicas o irreversibles como hallux valgus o lesiones de ligamentos y rodilla, entre otros.
Es por ello que, los materiales con los que se fabrica un zapato es la base de todo. El zapato de baile es al pie de un bailaor flamenco, lo que una funda o carcasa para ese teléfono que tanto se te cae de la mano. Es decir, sin unos buenos materiales romperíamos el teléfono enseguida.
Un dato que sorprende mucho a aquellos que nunca han visto un zapato de baile flamenco, es el hecho de llevar puntillas o clavos tanto en la zona del tacón, así como en lo que llamamos puntera. El objetivo de esto es que la puntilla al golpear la madera genere el sonido que estamos acostumbrados a escuchar.
La estructura o anatomía de un zapato es compleja; en ella, encontramos las siguientes partes:
Pieles, estampados, tacones, madera
Con la ya mencionada profesionalización, comienza el juego de la personalización y la aparición de materiales novedosos agrandan el multiverso de posibilidades para adaptar el tacón al gusto y necesidades de cada bailaor y bailaora.
Actualmente existen diversos talleres artesanales repartidos por todo el territorio español. Generalmente, los bailaores de flamenco les encargan a los fabricantes la elaboración de su calzado atendiendo a la elección de los intérpretes de los colores, los materiales, la forma o el tipo de tacón, entre otras características.
Dicha elección depende de varios factores, por ejemplo: del color del vestuario determinará el color de los materiales o de las mismas texturas, también la finalidad del zapato (si se va a dedicar a los ensayos se elegirá un tacón más bajo y cómodo que si se utiliza para actuaciones, que será más llamativo y vistoso) o incluso, el fabricante puede adaptar el zapato a la forma del pie del bailaor si por ejemplo tuviera una desviación en el dedo a causa del machaque diario.
Hoy día, se ha llevado a otros niveles la personalización del zapato, pudiendo decorarse el tacón base con diversos dibujos o incluso elegir el tipo de madera del tacón para que este emita un sonido u otro al golpear el escenario.
Puedes leer nuestro artículo donde hablamos sobre los tipos de zapatos y cómo elegir el más adecuado aquí
El zapato flamenco y la moda
La moda y el flamenco siempre han estado muy ligadas. Prueba de ello son las distintas ferias, convenciones y desfiles que se celebran a lo largo del año en España y en otras ciudades del mundo.
Esta moda flamenca se traslada también a los escenarios y a los espectáculos de flamenco, adaptándola siempre a la comodidad y libertad de movimientos que el baile necesita.
Batas de colas vistosas, trajes pomposos, sombreros originales y transparencias, son algunas de las diversas tendencias que se han incorporado e importado.
El zapato no iba a ser menos, transparencias, encajes, elásticos, zapatos sin cordones, con cordones, de hebilla, de calcetín, botines, plumas. La multitud de opciones que existe en el mercado con respecto a materias primas es tal que, todo puede darse en la creación de un zapato de baile flamenco. La única limitación es la capacidad creadora del artesano o el intérprete.
Eso sí, siempre se debe primar la comodidad por encima de cualquier moda pues al fin y al cabo, los zapatos de baile flamenco son la herramienta del artista, deben ser un guante para ellos, pues le acompañan durante toda su carrera y deben sentirse cómodos para utilizarlos y bailar sin preocupación.
Cada bailaor y bailaora tiene su propia personalidad, su forma propia de ver el baile flamenco y su manera de moverse. En muchas ocasiones, observar el zapato de cada uno de ellos, nos puede decir mucho sobre él y sobre su personalidad, pues son la voz de sus pies.
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