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Inma La Carbonera: fuerza y emoción desde Sevilla
Una voz nacida del alma flamenca de las Tres Mil Viviendas
Su voz llamó la atención desde temprana edad. En el colegio siempre era elegida para ser solista en los coros. A los 15 años, ingresó en un coro de su barrio, aunque las reticencias de su madre, protectora y temerosa, dificultaban su participación. Fue tal su entrega, que el propio director del coro tuvo que hablar con la familia para que pudiera asistir a ensayos y grabaciones. A partir de ahí, se abría un camino que ya no tendría vuelta atrás.
Los primeros escenarios: de las tabernas al reconocimiento
Tras la disolución del coro, Inma comenzó a colaborar con artistas emergentes como Paco Candela. Durante un tiempo, cantó junto a su hermano en un restaurante, lo que la llevó a sustituir a otras cantaoras en actuaciones puntuales. Así fue como se rodeó de guitarristas profesionales y comenzó a decidir que su camino era el del cante flamenco como forma de vida.
Como ha sucedido con muchos grandes nombres del flamenco, sus inicios en el circuito profesional pasaron por las tabernas de Sevilla. La Sonanta, La Yerbabuena y Pata Negra fueron algunos de esos primeros espacios donde Inma afinó su estilo y aprendió de la tradición. Poco a poco, fue haciéndose hueco en peñas flamencas emblemáticas como las de Mairena, Torres Macarena y Olivares.
La Carbonería: nacimiento de una cantaora con personalidad propia
Entre 1996 y 1998, Inma La Carbonera actuó de forma regular en La Carbonería, uno de los espacios flamencos más importantes y singulares de Sevilla. Fue en este lugar donde creó un estilo personal, ofreciendo un espectáculo propio que combinaba el flamenco tradicional con tintes de fusión. De hecho, su nombre artístico nace en este contexto, consolidando así una identidad marcada por la autenticidad y la fuerza expresiva.
Durante estos años, compartió escenario con artistas como Martín Chico (hijo de Juana la del Revuelo), Juan El Cama, Luis Peña, Raúl El Perla, Manuel Brenes El Chino, Mari Bizarraza, La Tana o Rafael Camarón. También coincidió en escena con figuras destacadas como Maite Martín y Miguel Poveda.
Proyección internacional y trabajos con grandes compañías
En 2005 dio un paso más en su carrera al integrarse en la Compañía de María Serrano. Con los espectáculos Carmen y Flamentango, recorrió países de Europa, Asia y América, consolidando su presencia en los circuitos internacionales. Su versatilidad y capacidad para conectar con el público la llevaron también a participar en producciones televisivas, como en varios programas de Canal Sur TV.
Ese mismo año, Falete la eligió para acompañarlo en su gira Amar duele, una serie de 70 conciertos por toda España que supuso una etapa de gran visibilidad. Además, ha colaborado en grabaciones discográficas de artistas como Pepe El Marismeño, Alicia Gil o El Bicho.
Desde entonces, ha sido solista en compañías como la de Amador Rojas, la de Roberto Oliván, y desde 2009 forma parte del espectáculo A contratiempo del guitarrista Paco Escobar.
Una cantaora que emociona
Inma La Carbonera es una artista que no solo canta, sino que transmite. Su trayectoria está marcada por el trabajo constante, el aprendizaje en la escena y un profundo respeto por el arte flamenco. Su voz, rotunda y llena de matices, conecta con la raíz del cante pero también se abre a nuevas formas de expresión, sin perder nunca la esencia.
En Teatro Flamenco Sevilla seguimos apostando por artistas con alma
En Teatro Flamenco Sevilla tenemos el privilegio de contar con figuras como Inma La Carbonera. Su cante es reflejo de una Sevilla viva, donde el flamenco sigue latiendo en cada rincón. A través de su arte, el público conecta con una historia de lucha, de talento y de verdad. Una voz que no deja indiferente y que forma parte del presente y del futuro del flamenco.